Los Amigos Invisibles “Orgullosamente made in Venezuela”

Aquí les vengo con otra anécdota de mi vida. Cuando me vengo a vivir a México, me doy cuenta que al ir a la peluquería (estética aquí, porque la peluquería es para los hombres, lo que para nosotros sería la barbería), tienen puesto un disco completo de Ricardo Montaner. Me monto en el taxi y escucho a Franco de Vita. Me voy de rumba y en la hora de melancolía ponen a Karina.

Esto trae a colación una conversación entre mi esposo y yo. Le empiezo a nombrar a los artistas venezolanos famosos en el exterior y le digo “aquí no conocen a los invisibles?” y me dice, bueno yo no los conozco y yo salgo con la actitud argentina que ya les conté en otro artículo “pues muy mal, porque ellos son ultra conocidos, sobre todo en los EE.UU”.

Mi esposo ya un poco áspero por mi nacionalismo (después de haberle dicho que el cacao venezolano era el mejor cacao del mundo, que el teleférico mas alto del mundo es el de mérida, que estabamos en el record Guinness por las misses, que teníamos las rocas mas antiguas del planeta) me dice “ay pero que exagerada, claro que debe ser reconocido pero por el público hispano”.

Días después compramos mi carro, yo soy amante de los invisibles. Tengo puesto el cd y vamos a buscar al mejor amigo de mi esposo que también es mexicano y está casado con una chica americana de California y cual es mi sorpresa que cuando se montan en el carro ella dice “ay Los Amigos Invisibles”. Por supuesto que allí puse mi cara número 5 de “TE LO DIJE”.

Total que hoy en día mi esposo (el cual es un rockero de los ácidos), también le gusta los Invisibles y en meses pasados fuimos a un concierto en la Ciudad de México, donde se presentaron grupos nacionales como Porter, Ely Guerra y al final cerraban nuestros compatriotas.

Si son conocidos los invisibles, más que todo por el público jóven (18-25), mi esposo tiene 35 razón por la cual no los conocía, porque mi cunadito que tiene 24 si los conoce y le encanta. Yo tengo 30 y toda la vida me han encantado.

En ese concierto en el cual yo estaba casi invisible por la tequila, cosa que se arregló cuando me comí un jalapeno relleno de queso (se me quitó todo), no saben lo que sentí cuando dicen “y ahora desde Caracas – Venezuela con ustedes LOS AMIGOS INVISIBLES”.

Para mi sorpresa, la energía que se sintió fue apoteósica, ninguno de los grupos nacionales había causado ese efecto. Que rico que estos muchachos lleven al mundo nuestra idiosincrasia, fue maravilloso cuando tocaron “esto es lo que hay” y ver a todas esas personas bailando, de verdad que me dió un orgullo terrible.

Si tienen la oportunidad de ir a ver a éste maravilloso grupo no dejen de hacerlo. Revisen el artículo “para los venezolanos en el exterior”que allí estan las fechas de presentaciones de los invisibles.

Mi esposo culminó mirándome y diciéndome “ya ya, sii, Venezuela es el ombligo del mundo…”.

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