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domingo, 4 de noviembre de 2007

El lado inesperado de La arepa



Publicado por Todo en Domingo

El más democrático de los apetitos criollos
El lado inesperado de
La arepa



Ante ella se rinden los venezolanos sin distingo de clases: conocidos y anónimos, y hasta famosos que vienen de visita. por eso las areperas son los lugares siempre fieles, que no cierran aunque la noche sea ingrata y sacian a quienes no tienen horario para el apetito. el escritor salvador Fleján hizo un recorrido por cuatro sitios emblemáticos de las mercedes y descubre el relleno de sus anécdotas

SALVADOR FLEJÁN salvadorflejan@hotmail.com FOTOGRAFÍAS CLAUDIA RODRÍGUEZ R. claudiarromero@yahoo.com


No deja de ser un dato curioso el hecho de que las mejores arepas de la capital puedan hallarse a orillas del río Guaire y sus alrededores. Las Mercedes probablemente sea de los pocos sitios del país con más areperas por metro cuadrado del que se tenga noticia. Cuatro de estos locales mantienen, desde hace algunos años, una guerra sorda (jamás admitida) en pos del paladar de los caraqueños. Una guerra en la que "Masa y poder" pareciera ser la consigna de estos empresarios de las tostadas.

El decano de estos establecimientos es, sin duda, El Granjero del Este. Con 28 años de fundada, esta mítica arepera ha visto pasar por sus mostradores a la más variopinta clientela capitalina a través de los años: políticos, artistas, señoras de traje largo y lentejuelas, y hasta jóvenes disfrazados de Drácula obnubilados por el dulzor de un relleno de morcilla. "Las cosas han cambiado en los últimos tiempos", apunta José Abreu, unos de los propietarios del local. "Hace 15 ó 20 años llegamos a tener un promedio de 1.000 a 1.500 arepas vendidas un viernes por la noche. Ahora no llegamos a las 300", apostilla el empresario lusitano. La inseguridad, la falta de un estacionamiento espacioso y, sobre todo, la proliferación de locales de la competencia son algunos de los factores que Abreu atribuye a la decadencia. "Antes la gente salía más, ahora con la delincuencia las personas prefieren no arriesgarse". Menciona que los pocos inconvenientes que ha habido en los años que lleva en el ramo son los normales de este tipo de negocios: "Los borrachos son nuestro principal dolor de cabeza.

Acá vendemos alcohol, pero los problemas surgen porque ya vienen tomados de otras partes". Abreu recuerda un turno de madrugada en el que le tocó laborar, hace ya unos cuantos años: llegaron unos clientes bastante prendidos y se sentaron en el fondo del salón, donde hay un patio descubierto. Por aquella época, los socios de la arepera mantenían una cría de gallos en los techos del local. A eso de las cinco de la madrugada, uno de los gallos comenzó a cantar. Esto pareció molestar a uno de los clientes ebrios que, al mejor estilo de las películas mexicanas de los años 40, sacó un arma y le disparó al animal. "Nos asustamos muchísimo; pensamos que habían tenido una pelea entre ellos.

Llamamos hasta a la policía". También rememora otra oportunidad en la que un cliente, sin motivo aparente, tomó un listón de madera y la emprendió contra los mostradores de vidrio donde se exhibían los rellenos. "Estamos pensando en bajar la santamaría a las 12 de la noche. Ya no es negocio permanecer abiertos las 24 horas", remata Abreu.



La caracas de ayer, el hotel de hoy

A pocas cuadras de El Granjero del Este, pero en la avenida principal de Las Mercedes, se encuentra La Caracas de ayer. Lo primero que llama la atención de este local es su decoración "temática": viejos carteles de películas clásicas, fotografías promocionales de iconos populares latinoamericanos y otras rarezas componen la atmósfera del sitio. Desde hace seis años ocupa el lugar de lo que una vez fuera Las tapas de Madrid y, en palabras de Ballardo Carrero, su encargado, desde entonces goza de la fortuna que le ha sido esquiva a su vecina rival. Aunque admite que los lunes, martes, miércoles y jueves son flojos, asevera que es a partir del viernes cuando comienza el movimiento. Éste se traduce en un promedio de 4.000 a 5.000 arepas vendidas desde la siete de la noche del viernes a las siete de la mañana del sábado; lapso en el que fácilmente pueden consumirse siete bandejas de cada uno de los 20 tipos de rellenos que ofrecen.

"En verdad nos ha ido bastante bien", asegura con orgullo quien, desde hace dos años, es empleado de confianza del establecimiento.

"Mantener la calidad y el buen servicio ha sido la clave para que los clientes regresen". Carrero consiente en que la inseguridad es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta un establecimiento que permanece abierto al público las 24 horas. "No es fácil lidiar con tanta gente, pero uno hace todo lo posible para que las cosas se mantengan bajo control". También desliza algunas anécdotas curiosas que le ha tocado vivir en el desempeño de sus funciones. Cuenta que en una oportunidad un cliente le reclamó airadamente al empleado de la barra por la cantidad de relleno servido en su tostada. En cuestión de minutos el impasse tomó dimensiones bíblicas cuando el insatisfecho comensal le arrojó la arepa al empleado. Éste esquivó el proyectil que fue a dar a la humanidad de una de las cocineras. El personal de la cocina en pleno intentó lavar la afrenta a golpes.

Otra de las anécdotas de Carrero (y al parecer bastante extendida en otros locales de la zona) es lo relativo a algunas parejas jóvenes que aprovechan las areperas para dar rienda suelta a otros placeres.

"Hemos detectado que últimamente, sobre todo los sábados en la tarde, estás parejas luego de comer suben a los baños y se encierran hasta por espacio de una hora. Después bajan como si nada, pagan y se van. Pero ya hemos tomado medidas al respecto, esas cosas no se pueden permitir. Pareciera que es algo psicológico, el olor a arepa como que alebresta a la gente", dice Carrero con una sonrisa pícara.

La corrida y otras exquisiteces

Manuel Figueira, quien lleva ocho años al frente de El Budare del Este de Las Mercedes, dice que en todo ese tiempo han sido muchas las cosas insólitas que le ha tocado ver. "Una madrugada vino una muchacha muy linda acompañada de un grupo. Se colocó en una esquina del mostrador e hizo una de las peticiones más locas que he visto en mi vida, mientras caminaba de un extremo a otro: Le ordenó al lunchero que le rellenara la tostada con un poco de cada cosa de lo que había en las 20 bandejas de la barra. Días después apareció otra joven con igual solicitud y luego otras personas hicieron lo mismo. Al parecer, la voz se corrió y la tuvimos que meter en el menú. La bautizamos `La Corrida’ y es una de las más populares entre las mujeres".

Sin embargo, La Corrida no es la única vianda para estómagos fuertes que ofrece este local. Las cachapas también son susceptibles de rellenos insospechados y ya existe una combinación que se ha hecho muy popular, sobre todo entre los peloteros grandeligas que visitan el negocio. Su nombre lo dice todo: Cachapaloca, y sus ingredientes son ciertamente para sacarla de jonrón: reina pepeada, caraotas negras y huevos de codorniz.

La estrella de las estrellas

si bien los artistas internacionales son solicitados cuando están en el país, la arepa es la estrella más buscada por ellos al llegar. "casi todos los artistas que pisan Venezuela lo primero que piden es probar la arepa. no recuerdo artista que haya dicho que no le guste", manifiesta Jeanette Valles, ex tour manager de Wather Brothers. según Valles, cuando las prueban por primera vez, siempre piden de queso, pero los más arriesgados optan por las de carne o pollo.

Es el caso de david Bisbal, que se quedó con la arepa de pollo de La casa del Llano, donde el carnívoro cheo Feliciano prefiere la de carne. Luis Fonsi delira por La pelúa, que siempre pide al llegar en el Budare del este.

Por otro lado, Lucy Velásquez, tour manager de evenpro, declara que cuando los artistas no son latinos, le piden que les recomiende qué comer, pero últimamente solicitan la arepa sin pensarlo dos veces.

"Los integrantes de incubus pidieron dos de cada una para probar y se quedaron con La Llanera. A los de the rasmus les encantó la reina pepeada de La caracas de ayer y a Fergie, de los Black eyed peas, le fascinó la de queso guayanés", recuerda Velásquez, quien también asegura que al 95% de los artistas los llevan a La casa del Llano, por su seguridad y fácil acceso de entrada y salida, en caso de que necesiten partir urgentemente. anaBeL Borges

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