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viernes, 30 de noviembre de 2007

BORIS IZAGUIRRE, OTRO VENEZOLANO QUE BRILLA EN EL EXTERIOR



Publicado por Todo en Domingo

BORIS IZAGUIRRE, EL ESCRITOR

Los diamantes de un niño precoz


Con la elegancia de un gentleman latinoamericano y el verbo agudo de su inteligencia, el venezolano recibió a Todo en Domingo en Madrid mientras presentaba Villa Diamante: la novela que le mereció ser el finalista del cotizado premio Planeta. Desde España recuerda a Venezuela, dice que tiene dos patrias y anhela reencarnar en Carolina Herrera

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS LUIS COBELO luiscobelofoto@yahoo.com / MADRID, ESPAÑA

Si hay algo que caracterice a Boris Izaguirre, es el "saber estar". No hay palabra que no esté previamente elaborada y aceptada en su cerebro antes de que salga de su boca. Tiene, hay que decirlo, una inteligencia bárbara. Su seducción innata es pura. No es la primera vez que lo entrevisto, y siempre tengo la misma sensación: de estar hablando con alguien que va a decir cosas interesantes, sin esfuerzo, de manera natural. El paso de los años y el poco dormir probablemente han hecho que sus ojos estén algo más achinados pero la verdad, no parece que el tiempo haga mella en su cara. Atrás han quedado años de locura catódica en el programa que lo catapultó como estrella mediática en España: Crónicas marcianas. Allí, sin mayores excusas, se bajaba los pantalones y dejaba ver que el blanco era siempre su color preferido para la ropa interior. Terminada aquella etapa, aseguraba: "Me gustaría descansar de la notoriedad de la televisión, volver a ser persona. Estoy totalmente a la expectativa.

Por primera vez en mi vida me siento completamente libre". Ahora dice: "Qué ingenuidad que yo dijera eso en aquel momento. Pero sí, es cierto. La televisión es como una cárcel, al estilo de las celdas confortables que tenían los políticos corruptos de la era Lusinchi".

EL SUBIDÓN

Se casó con Rubén, su pareja desde hace tantos años. Y cambió todo para mejor. "Fue un subi dón de adrenalina que organizó un montón de cosas y constituyó un `nosotros’ importante en una pareja". Recorrió el mundo entero y no pasó demasiado tiempo antes de que le ofrecieran la conducción del magazine Channel Nº 4 en el nuevo canal español Cuatro. Allí, al lado de la preciosa presentadora española Ana María Siñeriz, tan divina y sifrina como él, mezclan el glamour con la actualidad política y social, y, por supuesto, con los temas del corazón, que tantas páginas escriben en España.

Mientras todo esto pasaba y pasa, Boris nunca ha dejado de escribir. Desde hace tiempo, un libro por año lo mantiene conectado con la literatura. Y para este 2007, y alentado por su editora, se presentó al prestigioso Premio Planeta, y, cosas de la vida, le otorgaron el premio finalista. El ganador fue Juan José Millás. Vale recordar que el Premio Planeta, importante y mediático galardón, es uno de los más cuantiosos del mundo de las Letras. Está dotado de 601.000 euros para el ganador y 150.250 euros para la obra finalista.

EN EL RITZ
Nos encontramos en el día de la presentación oficial de las novelas ganadoras en el muy kistch Hotel Ritz de Madrid. Él no esconde la incredulidad. "Es increíble. No me lo creo aún.

El hecho de que la novela haya pasado por un jurado tan prestigioso como Bryce Echenique –que fue el primero al que estreché la mano nada más subir el estrado a recibir el premio, y me dijo: "muy construida"–, por Carmen Posadas, Rosa Regás o Soledad Puértolas me ha hecho pensar que yo hasta la llegada del premio había sido un varón que no sabía muy bien qué hacía, que tiene éxito en la televisión, que escribe guiones de telenovelas y, claro, otros libros, y de repente me dan un premio que me ha permitido ser Boris Izaguirre, el escritor. Me siento más seguro y voy a disfrutar todo lo que pueda".

La agente de prensa de la editorial cronometra cada minuto de la conversación y es complicado no excederse. Boris es un conversador nato. Estamos en un salón rodeados de espejos barrocos donde hay un señor moreno tocando un gigantesco piano de cola. Hombres y mujeres con aspecto ejecutivo charlan animadamente a la hora del desayuno. Interrumpimos un momento para salir al patio a hacer la sesión de fotos que ilustra este reportaje. No hace falta decirle a Boris que pose de alguna manera específica. Con sólo decirle, "sé tú" es suficiente. Y ofrece cinco minutos de imágenes irrepetibles y únicas.

DOS PATRIAS
Venezuela es y ha sido una telenovela permanente y Boris sitúa su novela Vil a Diamante en la Caracas de mediados del siglo XX gracias a la historia de dos hermanas, Analisa e Irene, que quedan huérfanas cuando su padre se suicida.

Venezuela es fundamental en su vida, pero España es el país que lo ha adoptado cariñosamente, dándole lo que deseaba. "Me he convertido en español. He hecho la mejor parte de mi carrera en este país, y las mejores cosas de mi vida personal sin duda han sucedido en España. Pero yo sigo siendo un escritor venezolano y, además, Venezuela es mi gran fuente de alimentación. Yo no me fui de mi país por ser perseguido o coartado. Fue decisión propia: este exilio ha sido y será siempre voluntario.

Las cosas que quería hacer eran impensables de hacer allí".


Y añade: "Mi alma y mi forma de observar como escritor es muy venezolana. Mi primera reacción cuando supe que me habían dado el premio, fue defender lo latinoamericano. Este es un premio para Venezuela, y lo quiero compartir con mis amigos escritores y los amigos escritores de mis padres". Entre los personajes fundamentales destaca "tres excepcionales mujeres como son Sofía Ímber, Marianella Salazar y Margarita Zingg, además de mi tío Isaac Chocrón. Fue una suerte tenerlo de tutor en mi vida".

Para Boris, el gran fetiche venezolano son las telenovelas. "Pienso que han aportado enormes elementos culturales a Iberoamérica que no se han reconocido del todo. Inmediatamente del anuncio del premio, el diario El País me pidió un artículo de opinión acerca de nuestro gran producto nacional televisivo, donde asocié muchos de los vaivenes políticos del país con sus telenovelas. Por ejemplo, el hecho de que en la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez se creó la telenovela cultural y cómo toda la zozobra política que se generó desde febrero del 89 dio paso a Por estas calles. Y subrayé que todavía el régimen bolivariano no ha logrado englobar en una telenovela todo su poder ideológico". Hablar desde allá, no deja de crearle cierta tensión en el alma. "Debo recalcar que opinar sobre Venezuela para mí se hace muy difícil, porque ya no vivo allí, y mis opiniones siempre se verán lastradas por la relación que tengo con mi país. Yo rompí con mi ciudad. No es justo opinar sobre un sitio en el que no vivo".

BAJO LAS LUCES
Y se acaba el tiempo. Boris tiene entrevistas telefónicas, y es requerido para la televisión.

Mientras, en el salón real del Ritz ya está todo preparado para que se hagan las presentaciones de los libros. Los fotógrafos de la prensa rosa se agolpan y esperan ansiosos. Empieza el show.

La sala está llena de invitados. Boris entra acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el presidente del Grupo Planeta José Manuel Lara y el ganador, el escritor Juan José Millas. Una nube de fotógrafos les gritan para que miren a sus objetivos.

Boris no para de reírse.

Soledad Puértolas, quien se encargó de la presentación de Vil a Diamante, describió la novela de Izaguirre como una "saga familiar" que refleja las "convulsiones políticas de Venezuela" y la eterna lucha entre el poder y el dinero de las clases más favorecidas del país. Y llega el turno de hablar para Boris. La historia de Analisa, dijo, le ha servido para explicarse muchas cosas sobre su vida. Se señala a sí mismo como un "niño precoz", "político excepcional", y "feroz homosexual", que ha querido trasladar al papel la desaparición de un dictador y la entrada en el siglo XX de su Venezuela natal.

Finalizado el protocolo de las presentaciones de los ganadores, hay un brindis en el que todo el mundo se mezcla. Boris es requerido por las televisoras y por los fans, que no lo dejan un minuto tranquilo. Atiende a todos con una sonrisa y con la paciencia de un gentleman latinoamericano.

Deseaba preguntarle acerca de la ciudad donde se crió y alcanzo a arañarle unas reflexiones: "Caracas es una ciudad que ya no existe. Fue un sueño que se desvaneció en febrero de 1983 y que desapareció definitivamente en febrero de 1989. A partir de ahí es otra ciudad y otro país al que estamos aún acostumbrándonos. Yo no tengo nada que hacer en Caracas, y ahora siento que tengo dos patrias y dos cementerios. Toda la vida será tener en mente ese nunca saber en cuál de los dos sitios reposarán mis restos. Aunque desearía ser enterrado en Galicia, que tiene una naturaleza que me atrae: yo descansaría muy bien allí, un lugar que no es nada tranquilo, muy alborotado, hay mucho mar, mucha lluvia, tormenta, climatológicamente perfecto para pasar el resto de la inmortalidad. Eso sí, sigo creyendo en Carolina Herrera. Y si fuera posible me gustaría reencarnarme en ella", dice de la diseñadora con quien almorzó para celebrar este premio.

La villa que existe

Villa Diamante , la novela de Boris Izaguirre, tiene un escenario que existe: la casa que ideó el arquitecto Gio Ponti en Caracas, que permanece inalterable, como una joya inédita de otra época: los años 50. "En casi todos mis libros aparece Villa Planchart. Por ejemplo, los personajes de una de mis novelas, El Vuelo de los avestruces , suben a la casa como en un acto de veneración. Yo no la conocía hasta que me llevó mi amigo Fran Beaufrand, que me introdujo en ese secreto. Estaba viva aún Anala Planchart, una mujer maravillosa, y tuvimos la suerte de que en esa primera visita ella nos presentara el lugar. Esta casa representa toda la Caracas que yo hubiera deseado que fuera, forjada en una dictadura que es la única que hemos conocido hasta la fecha, mediocre a nivel político pero con una economía boyante a su alrededor. Y me ha parecido muy curioso que una estética que me ha fascinado siempre estuviera asociada a una ideología de la cual no comparto nada. Esa contradicción me ha perseguido todo este tiempo, hasta llegar a Villa Diamante , que trata de que la fascinación por la belleza muchas veces te lleva a alcanzarla utilizando medios que no siempre son bellos".

Izaguirre presenta su obra con pasión de enamorado. "Es una novela que es un río, te atrapa en su caudal y te lleva a través de la vida de unos personajes que son extraordinarios, mágicos. Siempre me fascinó la idea de mostrar a dos hermanas, una bella y otra fea, porque la vida es bella y fea, y ellas juntas tienen que aprender a convivir con las cosas de ambas. En realidad yo no reproduzco fielmente la casa, yo me la invento, lo que yo tomo de la realidad es la dictadura de Pérez Jiménez y el hecho de que el arquitecto Gio Ponti construyó una casa para una pareja sumamente enamorada y que quería hacer de esa casa su mayor obra de amor.

Villa Diamante es una novela de grandes sentimientos, porque yo no podría escribir de otra manera. Creo que los sentimientos son el motor absoluto de la vida y de la literatura que a mí me gusta".

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