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domingo, 16 de diciembre de 2007

"Estoy triste… llegó la navidad"




Publicado por la Revista Estampas.

Se acercan la Navidad y el Año Nuevo, y mientras la maquinaria social y comercial promueve el espíritu festivo de estas fechas, muchos se sienten agobiados y ruegan por la llegada del mes de enero. La tristeza, la sensación de vacío y la soledad suelen ser los síntomas más comunes de quienes viven la época pascualcomo una tortura

Por Efraín Castillo

Sarah (su nombre verdadero está en reserva) tiene 35 años y es soltera. Aunque posee un carácter amigable y una sonrisa durante todo el año, cada vez que llega diciembre su estado de ánimo cambia. Mientras otros celebran, compran, regalan o se embriagan, Sarah se sumerge en una especie de aislamiento en el que combina el mal humor con las lágrimas. Para ella la Navidad es un momento catastrófico. "Estas fechas me producen una especie de tristeza y vacío. Durante la Nochebuena o Año Viejo vivo horas y momentos en los que me siento muy desolada".

Aunque Sarah se define como una especie de Grinch (aquel personaje de cuentos que odiaba la Navidad), su experiencia es más común de lo que muchos creen. Según Carmen Elena Silva, médico psiquiatra del Centro Médico Docente La Trinidad, tres de cada 100 mil caraqueños padecen algún trastorno emocional, y la temporada decembrina abre viejas heridas y promueve en muchos la sensación de soledad. "Se ha demostrado científicamente que en fechas como Navidad, las tristezas son más fuertes y hay un factor principal desencadenante: durante el año, la gente deja acumular sus conflictos psicológicos y cuando llegan los días festivos, el consumo de alcohol junto a la nostalgia por los seres queridos potencian los trastornos del humor. Además, la festividad es muy larga y las condiciones climáticas (poca luz y bajas temperaturas) influyen sobre el estado anímico".

Las presiones sociales navideñas también inciden en los estados depresivos. Las expectativas de alegría de un "mundo perfecto y feliz" expuestas a través de películas o comerciales o la ansiedad por comprar y gastar aunque no se tenga dinero, muchas veces chocan con la realidad particular de los individuos y producen un quiebre emocional.

"En nuestra sociedad los seres humanos están cada vez más solos. Los divorcios son más comunes y muchas familias están destrozadas. Si eso lo contrastas con la alegría que ves en televisión o, peor aún, si escuchas las canciones tristes que ponen en esta época del año, es lógico que quienes tengan historias personales difíciles se vean más afectados y se entristezcan", asegura Carmen Elena Silva.

El vaivén anímico pascual también puede estar asociado con la baja autoestima. Según la publicación misalud.com, "las personas con poca autoestima se perciben
a sí mismas y perciben al mundo en forma pesimista. Las personas con poca autoestima y que se abruman fácilmente por el estrés están predispuestas a la depresión". De hecho, para Sarah uno de los problemas de estas fechas es que la obligan a hacer un balance personal del que nunca queda totalmente satisfecha.

"En ocasiones lloro porque éste es el momento del cuestionamiento. Uno piensa en todos los propósitos que se hicieron para el año y no se cumplieron e, inmediatamente, viene la frustración".

Foto: www.sxc.hu

Cuando es más que nostalgia

La doctora Carmen Elena Silva aclara que no toda tristeza es síntoma de depresión y que no hay que alarmarse si durante Nochebuena se suelta una
lágrima escuchando un disco. Sin embargo, advierte que se debe estar muy atento a ciertos síntomas que indican que hay un problema mayor. "Si la tristeza es recurrente, si no tienes deseos de levantarte de la cama, si comes en exceso o dejas de hacerlo por ansiedad, si no duermes o duermes demasiado, o si alguno de estos síntomas se mantienen más allá de las festividades, debes buscar ayuda profesional
porque podrías estar entrando en una depresión. Y la depresión es una enfermedad grave y silenciosa,y puede ser tan destructiva como el cáncer".

Los especialistas recomiendan a la familia involucrarse con quien padece o presenta estos síntomas, ya sea en Navidad o fuera de ella. Un artículo publicado en la revista Psychology Today asegura que "los familiares pueden ser las fuerzas más importantes de cuidado, tratamiento y cura de una persona deprimida y son cruciales para ayudar a reconocer y tratar este desorden (…) porque contribuyen a crear la atmósfera emocional de la persona deprimida".

La psiquiatra Carmen Elena Silva agrega que los familiares tienen que entender la magnitud de la depresión y cooperar con quien se ve afectado. El que un hijo o un padre se niegue a participar en la cena de Navidad o se aísle en su habitación podría ser más que un capricho o malcriadez. "Lo peor que un familiar puede decirle a un paciente es que tenga fuerza de voluntad, porque lo que tiene enfermo es precisamente la voluntad. Oírlo, apoyarlo y llevarlo a un especialista es la mejor ayuda".

Foto: www.sxc.hu

Para combatir la tristeza navideña

Para evitar el decaimiento, Sarah tiene sus propios métodos. Recurre a la televisión y a programas que no le recuerden por ningún lado la Navidad. "Trato de bloquear por todos los medios estas fechas, porque si me sumerjo en ese espíritu termino triste, añoro lo que me falta y lo que no está. La Navidad me hace sentir sola, aunque tenga pareja, una gran familia o grandes amigos. Es una soledad que traspasa cualquier compañía, porque por dentro no encuentro razones para sentirme feliz".

Los especialistas hacen algunas recomendaciones para atacar ese estado de ánimo más a fondo. "Siempre le digo a mis pacientes -recomienda Silva- que tienen que aprender a vivir solos, y no me refiero a mudarse a un apartamento propio, sino a convivir con ellos mismos. Porque el que no sabe vivir con sus propios pensamientos, no puede vivir con nadie. En la medida en que aprendas a quererte, estarás bien".

Para ello, algunos consejos prácticos podrían serle de mucha utilidad:

•Haga ejercicio o practique algún deporte. Salir a caminar o tomar clases de aerobics puede distraer su mente. Según un estudio del Journal Professional Psychology publicado en Psychology Today, los pacientes depresivos que realizan algún tipo de entrenamiento físico tres veces a la semana, entre 20 y 60 minutos, se sienten mucho mejor. "El ejercicio no sólo es una herramienta útil a la hora de tratar depresiones leves o moderadas, sino que puede ser cuatro o cinco veces más efectivo en términos de costos que las formas tradicionales de psicoterapia", aseguró a la publicación el doctor en psicología, Gregg Tkachuk.


•No se aísle. Es muy común que las personas que desean alejarse de la Navidad, terminen distanciándose también de sus amigos o vecinos. "Lo peor que puede hacer una persona deprimida o triste es encerrarse en su cuarto a mirar el techo y quejarse de lo mal que la trata la vida. Recrudecer mentalmente lo malo que te ha pasado indudablemente no va a ayudar en nada", aconseja Silva. Rodéese de sus seres más allegados e, incluso, sugiérales realizar actividades ajenas a la Navidad, pero que refuercen el lado bonito de la vida. Para algo son los amigos.

•Quiérase un poquito más. Suena cursi, pero resulta efectivo. Silva es enfática al decir que la mejor ayuda viene desde adentro. "La persona debe buscar alternativas que le gusten y le distraigan de la idea de la soledad. Consentirse, ponerse un traje bonito, darse un gusto o hasta regalarse una cena pueden ayudar, porque el yo interno se fortalece para superar ese obstáculo y muchos más".

En todo caso, lo más importante es que no tema recurrir a algún profesional para que le oriente. Según la Organización Mundial de la Salud, ocho de cada 10 personas con depresión pueden superar el problema si reciben tratamiento a tiempo. Además, recuerde que la Navidad pasa, pero vuelve, y si no atiende sus conflictos personales, éstos le perseguirán la próxima temporada.

Depresión navideña y suicidio

Es un hecho que la depresión severa puede conducir al suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 850 mil personas deprimidas se quitan la vida cada año. Sin embargo, no hay consenso sobre la relación entre las fiestas decembrinas y el incremento de estas cifras. Al respecto, la psiquiatra Carmen Elena Silva, del Centro Médico Docente La Trinidad, advierte que en estas fechas el riesgo de suicidio es mayor entre personas con algún desorden mental o conflicto psicológico, "sobre todo porque es una de las festividades más largas y promueve más la sensación de soledad". Sin embargo, un artículo publicado en Psychology Today asegura que tal relación es un mito, por lo menos en Estados Unidos.
"De acuerdo con el Centro Nacional de Salud, los suicidios disminuyen durante los meses de invierno y tienen un ascenso en la primavera". Los investigadores citados por esta revista advierten que la publicación de artículos que relacionan festividades y suicidios podría inducir a individuos psicológicamente vulnerables a quitarse la vida, en un efecto imitador.

Algunos datos sobre la depresión

•Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es un desorden mental que impide a quien lo padece responsabilizarse por sus actividades personales. Se evidencia a través de los siguientes síntomas, siempre y cuando se presenten de forma persistente y continua:

- Tristeza
- Pérdida de interés
- Sentimientos de culpa
- Baja autoestima
- Trastornos del sueño o el apetito
- Baja energía
- Poca concentración

•La OMS calcula que más de 121 millones de personas en todo el mundo sufren este trastorno.
•En Venezuela no hay estadísticas sobre el tema. Sin embargo, algunos especialistas calculan que tres de cada 100 mil venezolanos podrían estar sufriendo una depresión. "La depresión no distingue edad ni sexo. Cada vez estamos recibiendo a más y más adolescentes y jóvenes de 16, 18 y 20 años con cuadros crónicos de depresión", asegura Carmen Elena Silva, médico psiquiatra del Centro Médico Docente La Trinidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo que decirte SARAH que a mi me pasaba igual que a ti. Pero todo cambio desde que mi primer hijo llego. Cuando le ves lo ojos brillar cuando mira el arbolito encendido, cuando crece y aprende a escribir su propia cartica al niño Jesus, cuando lo despiertas en la madrugada para que sepa que ya llegaron sus juguetes que tanto queria, cuando les enseñas a compartir con niños menos afortunados y te dice "¿Papi le viste la cara a ese niño cuando abrio el regalo?" Cuando tu por tus propios medios llevas un detalle a aquellas personas que pasan esos dias festivos en las carceles, hospitales y otros sitios que no son tan comodos como donde estemos. Pues Sarah sera ahi cuando realmente vuelva la paz a tu corazon, porque eso que sientes es que tu ser tu alma te pide a gritos que des!, si que des! Porque la verdadera felicidad se encuentra en dar. Asi como Dios el Padre nos dio a su unigenito para salvarnos a todos. Asi como Maria, recordaba a su bebe cuando lo bañaba y le limpiaba sus manitas y su cabecita, no se imaginaba que les serian clavadas sus manos y maltratada su cabeza con espinas. Espero que este año sea lleno de esperanza renovada para ti, y que las lagrimas proximas a caer sean de paz, dicha y felicidad para ti. FELIZ NAVIDAD!