viernes, 7 de diciembre de 2007
TENGO EL CUERO GRUESO ANTE LA CRÍTICA
Publicado por Estampas.
LUIS CHATAING
Foto:Archivo
"TENGO EL CUERO GRUESO ANTE LA CRÍTICA"
Firmó contrato hasta diciembre de 2008 con TV Azteca, la segunda televisora más grande de México. Desde el DF mexicano conversó con Estampas acerca de Por fin el fin, programa que desde hace dos meses conduce y con el que espera superar la barrera que representa la farándula de ese país para los artistas extranjeros
Por Efraín Castillo
A Luis Chataing no le quita el sueño la crítica. Reconoce que tiene detractores y disfruta generando polémica con su estilo. Está entusiasmado con el momento profesional que vive y califica su nuevo programa de TV en México como un doble reto: la internacionalización y la conducción de un show en vivo. Por fin el fin es el nombre del espacio que encabeza todos los sábados y domingos desde hace mes y medio a las nueve de la mañana en TV Azteca, junto a otros cinco animadores y como el único extranjero del grupo. La experiencia reciente de la actriz Gaby Espino (duramente tratada por algunos medios de comunicación de ese país e, incluso, por compañeros de reparto de la telenovela que protagonizó) no parece intimidar a Chataing. "Yo tengo el cuero muy grueso. Después de 16 años de hacer radio y televisión, y de participar en programas que han tenido tanta sintonía y, en ciertas ocasiones, tan controversiales, ya no como cuentos con chismes y con historias. Yo vengo acá a trabajar, a hacer lo mejor que puedo, a ser tan venezolano como soy y a mantener mi estilo. Porque si algo he aprendido, sobre todo después del paso que tuve por la cadena Univisión, es que uno no puede comprometer su esencia, porque en la medida en que uno es genuino en su trabajo, es feliz haciéndolo. Yo vengo aquí a hacer lo que sé, lo que a través de la pantalla de Sony Entertainment Television ya le mostré a México".
Tan mal no lo debe haber hecho. La historia de su contratación nació en el propio set del late show que conduce para Sony. "Estaba terminando una grabacion de Ya es 1/2 día en China y uno de los productores de TV Azteca se infiltró en el público y, cual operación comando, me entregó una tarjeta y me dijo: tenemos un programa para ti, queremos que estés con nosotros ya. Me reuní con ellos dos días después, me plantearon hacer el show el fin de semana y me pareció perfecto, porque estaba terminando la primera temporada con Sony y era una buena manera de quedarme explorando un poco la televisión aquí en México".
Aunque tiene más de una década rodando por los estudios de televisión, para Chataing la experiencia es novedosa. "Es primera vez que hago televisión en las mañanas, es primera vez que hago televisión en vivo y es primera vez que hago un programa sólo para los mexicanos. Por fin el fin es un show de televisión abierta para 110 a 115 millones de telespectadores, lo que definitivamente es muy interesante para mí".
Del humor básico al político
A Luis Chataing de seguro no le preocupará que el programa que conduce en México tenga que luchar contra el gigante en sintonía que representa Televisa, la cadena rival de la empresa que lo contrató. A fin de cuentas, ya en Venezuela, sus programas se abrieron espacio aun habiendo pertenecido a emisoras más pequeñas como Televen (Ni tan tarde) y Globovisión (Así lo veo). Reconoce que en México el programa apenas empieza y aspira a que su sintonía vaya subiendo. "Gracias a Dios el tren de productores es muy abierto y se ha prestado a escuchar críticas de quienes participamos (…) Hay cosas que no me gusta hacer y hay otras que voy incluyendo en mi rutina. Pero, fundamentalmente, me he querido poner en manos de ellos porque es la única forma que tengo para conocer los gustos del público mexicano".
El otrora Monstruo de la mañana quiere desarrollar nuevas habilidades como conductor y, sobre todo, como humorista. "Mi mayor interés al hacer este show es reencontrarme con el humor cotidiano, con ese humor universal. Además, quiero volver a la improvisación en TV, a eso que yo hago en la radio. Durante los últimos tiempos, sobre todo con lo que hacía en Globovisión, me encerré en el humor político, lo cual disfruté mucho. Pero contar con estas tres horas los sábados y tres horas losdomingos para improvisar, para recurrir al humor que es para todos, es un ejercicio muy refrescante".
Aun así, Chataing deja claro que seguirá combinando el humor con lo que él llama mensaje social. Por eso, todos los días y vía telefónica, conduce, junto a Miguel Arias (su compañero del dial desde hace varios años) y Guillermo Díaz, el programa de radio De nuevo en la mañana, transmitido a todo el país por la Mega FM, y en el que, entre bromas aparentemente tontas, deja colar lo que piensa y, sobre todo, lo que le preocupa de la realidad venezolana. "Me levanto a las tres y media para leer la prensa de Venezuela y a las 4:00 am (6:00 am hora de Venezuela) estoy al aire con mi programa. Aunque es sacrificado, ésta es una conexión que sólo podría dejar si estoy muy mal de salud, porque yo adoro mi país, me preocupa mucho lo que está pasando allá, y vivo completamente informado. Por eso sigo y seguiré en la radio venezolana. Para poder traducir a través del humor lo que nos esta pasando".
Chataing no torea el tema político. Al contrario, reivindica el papel social y activo que, para él, deben tener los comunicadores y artistas. "Mi intención, siempre, es hacer reír despertando conciencia, y si en esa labor soy efectivo, entiendo que la gente que me escucha debería apelar al sentido común y no permitir que nuestros derechos sean atropellados". Por eso le preocupa que, poco a poco, en el país se vayan apagando las voces y que los humoristas prefieran guardar silencio por miedo. "Uno de los grandes problemas que estamos viviendo hoy día es la autocensura. Pero todos somos de carne y hueso, y si algún día yo sintiera temor a seguir hablando, espero tener el coraje suficiente para retirarme y que se ponga otro frente al micrófono. Creo que los espacios para gozar la libertad de expresión son reducidos, y los que tenemos la suerte de hacer, como yo, tres horas diarias de radio, debemos usarlos con prudencia, con sabiduría, en constante invitación a la tolerancia, pero también despertando conciencia para que nuestros hijos puedan seguir viviendo en libertad".
Extrañando a Venezuela
Hasta hace dos meses, Luis Chataing viajaba todos los fines de semana a Caracas desde México para grabar el programa Así lo veo, que transmitía Globovisión los domingos a las diez de la noche. En menos de cinco meses acumuló millas como para recorrer el continente entero, pero la rutina lo dejó exhausto. La oportunidad en TV Azteca significó la pausa en los vuelos, pero, según él, incrementó la nostalgia por el terruño. Ahora aspira volver a Caracas, aunque sea una vez al mes, "para ver a la familia". Aun en la soledad de su apartamento en el DF mexicano, Chataing se siente realizado. "Creo que soy un fiel ejemplo de que con constancia se pueden alcanzar las metas que uno se proponga y, ojalá, en ese sentido, estas palabras resulten inspiradoras para otras personas que pasan momentos difíciles en sus aspiraciones profesionales. Mi carrera ha estado llena de muchos obstáculos, pero bien vale la pena meterle el pecho a lo que uno cree, haciendo lo mejor que uno sabe y sin atropellar a nadie".
Incluso para quienes odian su estilo, el animador y hombre de radio tiene también palabras de agradecimiento. "Cuando uno va a una mueblería y ve una silla, hay gente a la que le gusta y gente a la que no… yo respeto mucho eso, creo que es necesario que el trabajo guste a unos y disguste a otros. Así es la vida. Afortunadamente, no a todos nos gusta lo mismo". Así que no importa si usted está en el bando de los que lo apoyan o en el de los que lo reprueban. Chataing, al menos públicamente, tiene "el cuero grueso" y aguanta.
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