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viernes, 20 de febrero de 2009

Lo logró un venezolano


Publicado por TAL CUAL

Lo logró un venezolano

Jane Fonda recibió muchas propuestas para volver a Broadway pero fue la obra del dramaturgo venezolano Moisés Kaufman lo que finalmente la trajo de vuelta a la Meca del teatro luego de más de 45 años


Jane Fonda recibió muchas propuestas para volver a Broadway, pero fue la obra del dramaturgo venezolano Moisés Kaufman sobre las “33 variaciones” de Beethoven lo que finalmente la trajo a la Meca del teatro luego de más de 45 años.

“Ninguna fue como esta obra. Es muy diferente, estilísticamente. Muy Moisés Kaufman”, declaró la legendaria actriz a pocos días de arrancar las funciones de preestreno, que comenzaron el lunes.

“(Kaufman) es como un veterano tejedor”, añadió sentada con su perrita Tulea (de raza Coton De Tulear) en el regazo, luciendo aún espectacular a sus 71 años. “Enlaza hilos, une distintas hebras: Beethoven. 1819. Su obsesiva búsqueda por terminar sus 33 variaciones. Y yo, una musicóloga contemporánea en su propia búsqueda obsesiva por entender por qué habría escrito estas 33 variaciones de un vals insignificante en el momento cumbre de su carrera”.
“33 Variations” sigue a Katherine Brandt (Fonda) en su empecinada campaña para resolver un antiguo misterio en torno al compositor más grande de la historia: ¿por qué Beethoven dedicó tres años de su vida a un pequeño vals de Antonio Diabelli cuando ya había escrito ocho de las nueve sinfonías? Su investigación lleva al espectador del presente en Nueva York a la Viena del siglo XIX.

Para Kaufman, autor de dos de las obras teatrales contemporáneas más representadas de Estados Unidos —”Gross Indecency: The Three Trials of Oscar Wilde” y “The Laramie Project”, cuya adaptación cinematográfica para la cadena HBO también dirigió_, ésta sería la más personal.

“Fue muy cómico”, dice el dramaturgo sobre el nacimiento de la obra hace cuatro años, tras salir de una función teatral en esta ciudad, donde reside desde 1987.

“Estaba caminando hacia la casa cuando me paré en una tienda de discos… y le pregunté a uno de los vendedores, ‘recomiéndame algo de Beethoven’, y él me recomendó el disco de las ‘33 variaciones’. Y no sólo me dio el disco, sino que me contó toda la historia que la obra cuenta“, relató en entrevista con AP. “Entonces termina de decirme todo esto y yo le dije, ‘Muchas gracias’. Me fui a la casa y empecé a escribir”.

Con la pasión de un primerizo, Kaufman, de 45 años, recuenta el relato que capturó tanto su atención:

En una era en la que no había discos ni radio y la única forma en que uno podía escuchar música en su casa era comprando una partitura y tocándola, los editores de música eran personas muy adineradas y a Diabelli, un editor muy poderoso, se le ocurrió escribir un vals y mandárselo a los 50 compositores más importantes de Viena para que cada uno escribiera una variación.

“Él iba a publicar todas esas variaciones en un libro que se iba a convertir en un best-seller, porque por el precio de un libro tenías 50 canciones, y al mismo tiempo el proyecto iba a inmortalizarlo a él como compositor. (Pero) desgraciadamente él como compositor no era muy bueno”, prosigue Kaufman con una sonrisa indeleble y los ojos bien abiertos.

Ante la importancia de este señor todos los compositores aceptan el reto. Todos menos Beethoven, quien inicialmente lo devuelve por considerarlo deficiente.

Sin embargo, “después algo le sucede a Beethoven y la historia no documenta lo que pasó… Pero Beethoven cambia de opinión y se obsesiona con el vals de Diabelli. Pasa los próximos tres años de su vida trabajando variación sobre variación sobre variación”.

El hecho de que el compositor europeo más importante de la época eligiera “una música tan tonta, tan insignificante como el punto de partida de su próximo proyecto a mí me impresionó muchísimo“, expresó el venezolano, quien viajó a Bonn, Alemania y estudió apuntes y partituras de Beethoven como parte de su investigación.


“Yo quería saber por qué. ¿Qué fue lo que vio en eso? ¡Es como si hoy en día … Britney Spears sacase una canción y Philip Glass se obsesionase con esa canción y se pasase tres años de su vida escribiendo!”

Kaufman se puso en contacto con Fonda a través de una amiga común.

“Fui muy afortunado”, reconoce. “Jane leyó la obra e inmediatamente dijo, ‘Me interesa muchísimo’. Nos conocimos, cenamos una vez juntos y al final de la cena ya dijo que sí. Yo creo que hay algo sobre la pieza que a ella le encanta, que ella entiende”.

Y para haber vuelto a las tablas después de casi cinco décadas, sin duda debe ser así.

Fonda debutó en Broadway en 1960 con la obra “There Was a Little Girl”, por la que fue postulada a un premio Tony, y su última aparición en las tablas neoyorquinas fue en el drama “Strange Interlude”, en 1963.
¿Cuáles son los retos de dirigir a una leyenda como Jane Fonda?

“La verdad es que hay muy pocos retos porque ella es una gran colaboradora”, asegura el director. “La pieza es una pieza de ensamble, un grupo de actores trabajando todos juntos… Y todos la adoran… Ha sido una experiencia realmente hermosa”.

Fonda, por su parte, se expresó de Kaufman con evidente admiración.

“Es el director más cooperativo con el que he trabajado”, dice la veterana. “Está completamente abierto a las ideas y los aportes de la gente. Es… no sé, diferente. Es como si no fuera un director (de teatro) sino un director de orquesta. Un director de orquesta visionario”.

Kaufman nació en Caracas en 1964 y a los 23 años se mudó a Nueva York. En el 2004 debutó en Broadway como director de la obra de Doug Wright “I Am My Own Wife”, por la que fue postulado a un premio Tony.

Como dramaturgo, sus trabajos previos están bañados de comentario social y todos se basan en hechos de la vida real.
“Gross Indecency” trata sobre los tres juicios que enfrentara Oscar Wilde por su relación con Lord Alfred Douglas y usa verdaderas citas y transcripciones del caso. “The Laramie Project”, por la que recibió múltiples reconocimientos, sigue la reacción de un pueblo ante el asesinato del joven gay Matthew Shepard y se alimenta de cientos de entrevistas que Kaufman y su compañía teatral (Tectonic Theater Project) realizaron a habitantes de dicho pueblo y reportes noticiosos, entre otros documentos.

“Creo que esta es mi obra más personal”, dice de “33 Variations”. “Lidia con la búsqueda de un artista y esa es una búsqueda muy, muy personal“.

“33 Variations” se estrena oficialmente el 9 de marzo en el Teatro Eugene O’Neill de la calle 49, donde permanecerá en cartelera hasta el 24 de mayo. La obra debutó en el 2007 con otro elenco en Washington y el año pasado se presentó en La Jolla, California.

Moisés Kaufman HOLA award speech

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