miércoles, 27 de febrero de 2008
La Cota 905 desplegó su alfombra roja
AY MAMA!!!, será cierto lo que decían los chismosos acerca de Cacique?. Lean el artículo y fíjense que TIBY Lucena estaba allí. Ay Dios, cuando el río suena es porque piedras trae.
Publicado por: El Universal
La Cota 905 desplegó su alfombra roja
No eran butacas, sino sillas de plástico, y hasta el suelo y las platabandas de las casas, sirvieron de tribuna. Sin embargo, la noche fue rutilante y glamorosa, con la presencia de artistas de cine, intelectuales y hasta figuras de la vida política, como la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.
(Gustavo Bandres)
Los vecinos celebraron el estreno de la película que protagonizaron
PAULIMAR RODRÍGUEZ
EL UNIVERSAL
Esta vez la cancha de bolas criollas del barrio San Miguel de la Cota 905 se convirtió en una sala de cine. No habían butacas ni sonido dolby surround. Tampoco cotufas o aire acondicionado. Pero nada de eso era necesario. Los vecinos de San Miguel se sentaron en sillas de plástico y quienes no contaron con ese privilegio, lo hicieron en banquitos, en las platabandas de los ranchos, en las escaleras y hasta en el piso de la cancha de bolas. Sólo un poco de papel periódico o cartón bastaban para protegerse de la tierra. El objetivo era ver y verse en la primera proyección de la película Cyrano Fernández del cineasta Alberto Arvelo, en donde ellos fueron los protagonistas.
A las 7:30 pm el cemento resquebrajado de los escalones soportó los pasos apresurados de los invitados, que llegaron en tumulto al barrio para ver la película. Algunos se atrevieron a tomar fotografías al lado de una pared con graffitis, un aro de basquetbol y una capilla del Nazareno. Parecía una excursión a la pobreza exótica. Sin embargo, la marcha de invitados como Leonardo Padrón bajó su ritmo después de subir más de 100 escalones y llegar jadeantes a La Redoma. Allí, un funcionario de la Guardia Nacional dio la bienvenida con una sonrisa. En el perímetro del evento también estaba la Disip.
La Redoma ya estaba llena y lista para ver el estreno. El olor del plátano que freían en una casa se mezclaba con perfumes de cineastas como Héctor Palma, actrices como Marisa Román y la rectora del CNE, Tibisay Lucena, quien llegó custodiada por cinco guardaespaldas.
Pocos minutos antes de empezar la proyección, llegó Pastor Oviedo, uno de los protagonistas de la obra. Estaba acompañado por cuatro vecinos del sector, que estaban encargados de custodiarlo (a él y al resto del elenco), tal como se acordó en reuniones vecinales. A las niñas y no tan niñas sólo les quedó gritar para expresar su emoción. Después de unos besos y abrazos de los vecinos, el artista se sentó también en el piso.
Pausa, que llegó Cyrano
"Bienvenidos al estreno de Cyrano Fernández. Me emociona verlos, porque ahora el cine vino a ustedes, como debería ser. Esta película es un canto en contra de la violencia y con el arma del cine podremos cambiar al país. Este trabajo es resultado de su esfuerzo", dijo Alberto Arvelo frente a un auditorio encabezado por el ministro de Cultura, Farruco Sesto.
A las 8:15 pm comenzó la proyección y los gritos y aplausos se adueñaron de La Redoma cuando los vecinos aparecieron entrevistados en un documental de cómo se realizó la película. Tibisay Piñango, de San Miguel, no dejaba de saltar. Ella fue una de las que se vio reflejada en la cinta. "Es una emoción grande cuando te vez en la pantalla. Te sientes orgulloso por pertenecer al equipo de una película. Mi casa fue el bunker de los actores. También celebramos el cumpleaños de Edgar (Ramírez) y él me dice que soy su mami de la película", afirma.
Después, comenzó Cyrano. Y una vez más, los aplausos. "Mira, esa es mi casa", decía una de las niñas del público. Pero no habían pasado cinco minutos de proyección, cuando llegó Edgar Ramírez, otro los protagonistas. Ante la algarabía, sólo quedó pausar la película. Después, otros de los vecinos gritó: "Párenla otra vez, que voy al baño".
Tambor, cerveza y salsa
Al terminar la proyección algunos de los invitados que no eran del barrio bajaron. El resto se quedó en la fiesta en donde tocó Chiqui Tambor, el grupo de tambores de niños de San Miguel. Después siguió la salsa, de la vieja, de la brava.
Pero en las casa 56, la de la negra Isbelia, también había otra fiesta más privada. En la cocina estaba Tibisay Lucena. No era la primera vez que los visitaba, porque ya había llegado al sector gracias a una jornada del CNE. Sin embargo, esta vez era más relajado. Con cerveza en mano, acompañada de Leonardo Padrón y con la canción Tras la tormenta de Rubén Blades de fondo, Lucena compartió con los vecinos. "Estoy aquí porque Beto (Alberto Arvelo) me invitó. También soy muy amiga de Edgar (Ramírez). Me gustó el mensaje de la película y los vecinos son extraordinarios", dijo la rectora, quien le dio clases de Chelo a Arvelo cuando tenía 9 años.
"La fiesta estuvo buena y todos nos vimos otra vez. Ahora vuelve la nostalgia, porque todo terminó", agregó Judith (Isbelia) Arteaga. Pero Arvelo no descarta la posibilidad de hacer otro proyecto en San Miguel, el barrio que se volvió el protagonista de Cyrano y que desplegó su alfombra roja para que bajaran las estrellas.
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