NUESTRAS AVENTURAS EN LA PEQUEÑA VENECIA

Foto: pasajebarato.com
Redacción: 100% Venezolana

Hola Bellos y Bellas, el equipo del Venezolano es… les desea el mejor de los años. Como ustedes sabrán los diciembres para el equipo son para desaparecerse porque normalmente nos vamos a Venezuela.
Riquísimos días a pesar de que las navidades no estaban como de costumbre, un poco apagadas en la calle pero nosotros hicimos el acostumbrado ambiente con los nuestros y la pasamos sencillamente espectacular.

Decimos un poco apagadas en el sentido, por ejemplo, de las luces que adornan nuestros edificios, éste año en muchos brillaron por su ausencia. Los arbolitos de navidad se les quedaron fríos, los estaban rematando, pero eso sí las bebidas y las comidas como que no faltaron porque los supermercados en todo momento estaban abarrotados, impresionante la verdad.

La música divina como siempre y reiteramos que la alegría del venezolano (a pesar de los problemas) es inimitable en el mundo. La alegría del béisbol, los juegos de infarto entre los eternos rivales , las hallaquitas, la tomadera de whisky durante todo el diciembre, no hay comparación.

Como muchos de los días que estuvimos por allá, salimos a comer. Teníamos antojo de comernos un buen corte de carne acompañado de yuca, hallaquitas, ensalada césar de berros y la impelable sangría y terminamos en un restaurante de las Mercedes donde pudimos apreciar en pleno a la nueva boli-burguesía gastando el dinero a manos llenas. Quedamos realmente asombrados cuando al terminar de comer nos trajeron a la mesa unos palillos de dientes (antiguamente en éste restaurante jamás hubiésemos visto esto), realmente las cosas han cambiado en Venezuela la verdad.
Otra cosa que notamos fue la amargura de los que atienden a clientes, definitivamente no existe la vocación de servicio, es un grado de mala educación incontrolable, es decir, no parece que fueras a comprar sino a pedir limosna.

Cada día es mayor la cantidad de venezolanos que se están yendo del país, realmente lamentable la fuga de talento por la situación política, la inseguridad y el destino incierto que vive cada venezolano. Esperemos y recemos, pero por supuesto también ACTUEMOS (yendo a votar por ejemplo) para recuperar en todo sentido a nuestra PEQUEÑA VENECIA.