Roque Valero "No tendría ningún problema de cantar salsa"

Publicado por: Sala de Espera

Teme quedarse estancado. Por eso, el cantautor venezolano experimentó en su nueva producción discográfica Pasajeros en Tránsito con el género pop, para brindarle a su público cosas distintas. De allí que nadie se extrañe que en un futuro este joven de 34 años sorprenda a sus seguidores con algo más movido

Por Mirelis Morales Tovar

Se considera una persona creativa. No un cantante. Tampoco un actor. Por ello, Roque Valero no puede escoger entre el cine, la televisión, la música o el teatro. Sin embargo, confiesa que se siente más cómodo componiendo, porque es el único lugar donde está solo y puede decir las cosas que quiere. Mostrarse sin poses. Tal como es él.

Comenzó a componer por iniciativa propia cuando tenía 14 años. Nada serio, según dice. Sólo por hobbie. Pero una cosa fue llevando a la otra. Empezó a estudiar actuación, hizo teatro, luego grabó una maqueta y pegó. Hoy, ya cuenta con tres producciones discográficas: Cae el Amor, Todo va a salir bien y Pasajeros en Tránsito, donde experimenta con otros géneros para salir de ese estereotipo que lo iba a catapultar como el chico de las baladas.
-¿Por qué en tu nuevo disco Pasajeros en Tránsito está tan presente el tema de la muerte? ¿Piensas mucho en ella? ¿Le temes?

-Todo lo contrario. No estoy viendo la muerte como algo malo, sino como parte de la vida. Las cosas empiezan y se acaban. Y más la vida. Yo lo que trato con el disco es dar un punto de vista, no estoy dando un enunciado de la vida después de la muerte. Ni estoy haciendo un enunciado de la evolución humana. Yo simplemente hice una canción que se llama ?Pasajeros en Tránsito?, donde digo que las cosas materiales nunca van a ser tuyas, porque al final ese carro o esa casa que compramos con tanto esfuerzo van a ser ocupados por otra persona. Así es la vida.
-El título del disco se parece mucho al de aquella canción de Charly García ?Pasajero en Trance?, que decía ?Pasajero en tránsito perpetuo?. ¿Fue una influencia?

-Toda la música sureña tiene influencia en mí. Al igual que la música de los ochenta en Venezuela. En este caso, Charly lo que dice es ?Pasajero en Trance, estar enamorado de ti es como vivir en un aeropuerto?. Pero él no establece lo mismo que yo traté de hacer. Él habla del amor y yo simplemente hablé de la muerte. Aquí lo que existió fue una casualidad. No surgió la idea de allí. De hecho, él habla en singular y yo hablo en plural.
-Hablando de influencias, se sabe que sientes gran admiración por Jorge Drexler. Incluso le abriste su concierto cuando visitó Venezuela. ¿Recibiste algún feedback de tu música por parte suya?

-Totalmente. Ese día nosotros hicimos un vínculo y ahora nos escribimos. No es que somos amigos del alma, pero tenemos un vínculo. Él escuchó mi disco anterior y espero enviarle éste para conocer su opinión. Además, él se sintió muy honrado porque yo menciono una canción suya en una canción mía y eso no le había pasado en ninguna parte del mundo. (?) Abrir su concierto fue un reto para mí, porque el público que estaba allí no es el mismo que va a la discotienda y pide un disco de Roque Valero. Y eso fue buenísimo, porque se quitaron un prejuicio.
-¿Pero fuiste aceptado por Drexler?

-Fui aceptado. Fui tan aceptado que después me dedicó la canción ?Al otro lado del Río? en el Aula Magna y yo me sentí súper emocionado, porque es un tipo a quien admiro y a quien respeto muchísimo.
-En este disco tienes varias colaboraciones: Yordano y Aquiles Báez. ¿Por qué con ellos?

-Yo quiero hacer un dúo con cada uno de los cantantes de los años ochenta en Venezuela. Es como una especie de capricho que tengo, hasta que se me acaben. Me gustaría porque son gente súper valiosa que hicieron historia en nuestro país y todavía siguen haciendo historia en otras parte del mundo, como Franco de Vita. Son gente a quien admiro muchísimo y respeto. Básicamente siento que nos tenemos que querer un poquito más y acordarnos de nuestra historia musical.
-¿Cuál podría ser el próximo?

-Me gustaría que fuera Ilan.
-Pero Aquiles Báez no tiene mucho que ver con esa generación de los ochenta. ¿Por qué lo escogiste a él?

-Aquiles Báez también está porque es una persona que yo admiro. Él hizo la banda sonora de una película que yo protagonicé hace años (La pluma del arcángel). Yo siempre había querido incluirlo en una canción mía. Y no se me daba, no se me daba, hasta que compuse un tema y dije: no, esta vaina tiene que tocarla Aquiles. Le escribí un e-mail, le mandé la canción y me respondió: ?voy a estar tres días en Venezuela, consígueme el estudio?. Lo metí en el estudio y grabamos la voz y la guitarra al mismo tiempo. Eso dio como resultado una canción muy íntima.
-Aparte haces una especie de homenaje a Simón Díaz con la canción ?Tonada del Tormento?. ¿Qué motivos te llevaron a incluir esa canción dentro del disco, considerando que se aleja tanto de tu estilo?

-Por ese mismo desapego que a veces existe en nuestro país hacia las cosas nuestras. Porque quizás a veces somos un poco epidérmicos y siento que nos hace falta querernos un poquito más. Mirarnos a los ojos. Querernos como sociedad y olvidarnos un poco de lo que ocurre afuera y revisarnos más adentro. Porque aquí hay gente súper valiosa, gente que triunfa. Y hay gente que respetar y homenajear como Simón Díaz. Es así que el disco está lleno de venezolanos.
-En esta producción hay un cambio con respecto a lo que venías haciendo. ¿Qué tan lejos estarías dispuesto a experimentar? ¿Llegarías a cantar salsa o a bailar en escena, por ejemplo?

-Totalmente. No tendría ningún problema de cantar salsa. Yo siento que los cantautores deberían tener la licencia de entrarle a cualquiera género. ¿Por qué? Porque creo que las canciones vienen con su ritmo. Cada canción viene con su melodía y si esa melodía es una salsa, será salsa. Lo que siempre te va a identificar es que la hiciste tú y la gente va a escuchar tu voz. Y dirán: ese es Roque haciendo salsa, buenísimo. Yo creo que existe la obligación de brindarle al público siempre algo distinto y no quedarte estancado en lo que te funcionó en el disco pasado. Y en este caso, yo estoy tratando de abordar temas distintos al amor, con otros géneros como el pop. Y me atreví porque siento que era necesario para mí como cantautor. Gracias a Dios le está yendo bien, y si le sigue yendo así es un lugar donde voy a poder estar por más tiempo. Amplía mi espectro y ahora puedo componer con mayor libertad.
-¿Hasta regaetton?

-Si me invitan a cantar regaetton, bienvenido. No tengo ningún rollo con el regaetton. Nadie con cuatro whiskys encima en una boda ha dejado de bailarlo. Todos esos tipos que dicen que el regaetton es una mierda, tú los ves después del quinto whisky meneando el culo como si eso fuera la sinfonía. Y dicen: ¡Excelente canción! Es allí donde están los prejuicios. ¿Por qué somos tan prejuiciosos y tenemos que esperar estar ebrios para decir si es bueno o malo? El regaetton existe, pana, y mueve masas.
-¿Por qué crees que el público añora tanto a los músicos de los ochenta? ¿No hay talentos buenos en esta época?

-Lo que se añora no es a Franco, ni a Yordano, porque ellos siguen existiendo y siguen cantando. Lo que se extraña es la industria discográfica que existía. Todos ellos estaban firmados por distintas disqueras, que le invertían plata en promoción, en un buen disco. Ahora eso no existe. Los artistas tienen que sacar su disco con su plata o con un inversionista, o de manera independiente. Lo que se añora es eso. La gente iba de manera masiva a escuchar los conciertos, porque había mayor difusión. Había una maquinaria publicitaria detrás de ellos. Había plata en la calle. Ahora eso no existe.
-¿Y cuál de los grupos nuevos te gustan?

-Me gustan Voz Veis, Jeremías, Hanny, Yuddy Buendía, Vinilo Versus, Chino y Nacho. También escucho mucho Trabuco Contrapunto.
-¿Ya tienes detalles acerca de tu gira?

-Todavía no tenemos detalles. Ahora estamos promocionando al máximo el disco. Pronto, debería salir a la calle el próximo promocional y luego ya comenzaremos a armar la gira, si Dios quiere.
-¿Has pensado extenderla a otros países?

-Estamos tocando puertas. No estoy apurado. Yo trato de dar un paso y luego el otro. Estoy concentrado en Venezuela para tratar de establecerme y tener un lugar importante en mi país, para luego irme con mi autoestima bien en alto a tocar puertas.
-¿Y es que tienes problemas de autoestima?

-(Risas)


Roque Valero- las lagrimas aprenden a reir