Publicado por El Universal
La Sinfonía Nº 2 Resurrección, de Gustav Mahler, cobró ayer inusitada dimensión en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, gracias a la actuación de la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, dirigida por Gustavo Dudamel.
Durante la clausura del Festival Casals, jornada que reunió a varios de los más importantes músicos del mundo, la orquesta venezolana estuvo acompañada en el escenario por la mezzosoprano Hadar Levy, la soprano Magda Nieves, el Coro de la Universidad de Puerto Rico y La Coralia, bajo la guía de Carmen Acevedo.
"Estoy impresionada del talento de estos jóvenes... Es un privilegio tenerlos, y por supuesto, compartir con un hombre de la talla del maestro Abreu. ¡Tenemos mucho que aprender de Venezuela!", dijo Marta Istomin, viuda de Casals y presidenta del Comité Musical del Festival.
El sábado, el público que colmó la Sala de Paoli Santurce, en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, recibió a la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar guiada por Diego Matheuz, quien se lució en el escenario con un programa que contó además con la participación de la pianista Vanessa Pérez y la mezzosoprano israelí Hadar Halevy.
El repertorio: Obertura Carnaval Romano, de Héctor Berlioz; dos arias de la ópera Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saens, el Concierto para Piano y Orquesta de Serguéi Prokófiev y la Sinfonía Nº 5 de Piotr Ilyitch Tchaikovsky.
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